¿Es amor o es cariño?

Ayer mientras comía y repasaba las últimas fórmulas de física recibí una llamada… Una llamada que me sorprendió, ya que hacia tiempo que no hablaba con esa persona… Esa llamada estuvo en mi mente el resto del día, me hizo pensar y pensar… La persona en cuestión sabia que no debía hablar conmigo, pero me llamó y hablamos largo y tendido, necesitaba deshogarse y ser sincero con alguien, que le diera un soplo de aliento, un empujoncito una vez mas pasa seguir adelante. Me contaba que otra vez le pasaba lo mismo de las otras veces, a la hora de tomar decisiones, se veía entre la espada y pared. Se veía con miedo a seguir adelante, ya que nunca va a alcanzar una felicidad de pareja que le llene si sigue con ella. Lleva un largo tiempo con su novia, alrededor de cinco años, en breves les darán el piso y comenzarán con preparativos para la boda. El prefiere ver eso como algo lejano, porque no sabe si quiere hacerlo (y yo estoy segura de que no), pero según el no le queda otro opción, el mismo se cierra los caminos. Me decía que estaba a gusto con su novia, pero que realmente lo que conserva es el cariño que ha compartido con ella durante todo ese tiempo, no los sentimientos que sintió por ella cuando se enamoró. ¿Qué ha pasado? ¿Es eso suficiente? Esto mismo nos pasa a muchos con el paso del tiempo, supongo que hasta que encontramos a la persona adecuada, por la que nunca dejamos de sentir ese baile de mariposas en nuestro interior, o esa paz interior que nos aleja de todos los problemas con solo una caricia, un beso, una mirada… Esa persona que nos llene por completo. Él seguirá adelante con todo, tiene miedo, miedo a la reacción de su alrededor, miedo al que diría la familia si fuera sincero y acabara con esa relación, miedo a tener que dejar de compartir a esos amigos en común que tienen… Miedo a ser el mismo. Me llena de impotencia esa situación, porque no solo esta sufriendo el, sino que también a la larga, o no tan larga, se lo transmitirá a ella. Ahora aun no es tarde… más adelante, quizás si lo sea. Al llegar la noche, tras un día pensativo y meterme en mi cama comencé a retroceder en el tiempo, a abrir los libros de esas viejas historias, a recordar momentos, risas, esos cosquilleos que nos hacen tan especiales, que nos suben a la altura de las nubes y crean esa barrera de felicidad, de sonrisas... Y añoré, añoré instantes, añoré recuerdos de momentos, recuerdos del pasado que reviviría una y otra vez… no puedo evitar ser yo misma, y decirle una y otra vez, que daría cualquier cosa por darle un abrazo y verlo sonreír.

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