Bienvenida

Tu sonrisa se hizo el pan con dulce de mis mañanas. Todavía no sé nombrar este amor que me desarma. Cuando te veo así, panzona y filibustera. Lo único que me importa, ahora sí, es llegar a viejo. Te trajimos a un lugar absurdo, difícil y hermoso. Lleno de gente que salta a cabecear con los codos. “Hay que andar con pie de plomo” dicen las bisabuelas, yo diría que vayas lento y parejo, pero que gastes tus suelas... Yo daría un brazo por vos, pero a decir verdad, papá sabe ser muy tonto, mejor... dale la mano a mamá. Vas a ver qué rico el mar, los besos, los amigos. Van a dolerte a veces las muelas, hombres y olvidos. Mira bien a los dos lados antes de cruzar la vida y no te mastiques el viejo cuento de la otra mejilla. Yo que vos no me pierdo ni el fútbol, ni Beatles, ni el tango. De la gente con choferes, yo pasaría de largo... Si vas a decir mentiras no pierdas la elegancia. Sé compañera en el vino y siempre compañera en las resacas. Daría un brazo por vos, pero a decir verdad, papá sabe ser muy tonto, mejor... dale la mano a mamá. Y nunca le pongas a nadie la rodilla en la nuca. No te tomes en broma jamás a los hijos de puta. Vas a tener que hacer mucho con lo que haremos de vos. Bienvenida a este lío, hija de mi alma. Enana de mi corazón...

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