Two Fingers

Hoy.

Hoy puedo asegurar que salgo por la puerta de adelante, que salgo con la cabeza en alto. No salgo más por esos callejones oscuros y llenos de gatos y de tachos de basura, sí, como en las películas. Hoy me banco cualquier crítica. Me banco hasta mi misma. "Escribir es lo más solitario" Qué cierto.
Hoy me paro y te grito en la cara que ¡no te aguanto más! y no lo escribo en un mensaje y se lo muestro a una amiga.
Hoy te muestro que no soy una hueca. Hoy prendo una hornalla y tengo más de dos dedos de frente.

En otra casa que no es la mía.

Caminas y te crees la reina del mundo. Mis amigas golpean las manos en mi casa (porque somos piolas, no tenemos timbre) a la vez que gritan: ¡Yaaaaasmin!
Sí, me busqué amigas gritonas.
No me sorprende verte... ya nada me sorprende. Tu característica cara de culo porque la vida no te sonríe... o porque vos no querés ver que lo haga. Yo sí sonrío... total. Una sonrisa más al mundo ¿qué le hace?
Me siento bien... y a la vez te daría una piña. (No soy violenta, solo en extremos, como vos)
¿Por qué te empeñas en caerle mal al mundo entero?
Pero ya está... una raya más al tigre. Es diario ver y notar tu mal humor.
Siempre están las dos que me rescatan.






Amor y paz-

Entonces una vez más entiendo y digo que no todo el mundo piensa como vos Yasmín. Que no todos tienen la misma filosofía de vida. Que no todos comparten la opción de una sonrisa en la cara.

Entonces T te rescata porque S ya se fue. T piensa igual que vos, no la soporta igual que vos, se quiere ir a vivir con vos y M siempre las va a mirar mal. Porque sí, es así.

Paz y amor. Y un suspiro bien profundo y la ira se va... porque sos así y porque podés callarte las cosas cuando no es momento de decirlas. Porque te crees lo suficientemente valiente para decirle todas las cosas en la cara... pero "nunca da".

Nada se compara con vos y con tu mal humor, y con tus caras de culo, y con tus comentarios innecesarios. Pero entonces viene el: ya sé, pero es mi amiga viste, no puedo hacer nada. Siempre buscamos la negación y (ninguna) se anima a decirte la verdad.

Que no tenes ni dos dedos de frente.