Un día cualquiera se preguntó si todo aquello que estaba escribiendo era correcto.
Quiso saber si en verdad lo hacía por ella, o había alguna otra cosa que la motivara.
Se cuestionó si existía alguien que estuviese esperándola.
Y quiso saber si ese alguien por fin llegaría a su vida.
Entonces se dio cuenta que ella no era nadie para saber todas esas cosas.
Largó una carcajada porque de repente se encontró preguntándose un montón de cosas que no tendrían respuesta.
Rió y se acostó en la cama desarreglada,
a esperar.
5 comentarios:
reirse por no llorar...
Mejor reír y aprender
:)
♥
un besote :)
todo llega cuando tiene que llegar y es mejor no pensarlo demasiado :)
Mejor reírse, y que lo que tenga que venir, que venga.
ummmm no sé si esperar a que las cosas nos pasen sea una buena idea... "sé la artífice de tu propio destino..." dijo alguien que ahora mismo no recuerdo quién fue.
Un beso grande grande Srta. T
Sabrina.
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