Quien no lo sepa ya lo aprenderá de prisa: la vida no para, no espera, no avisa. Tantos planes, tantos planes vueltos espuma tu, por ejemplo, tan a tiempo y tan inoportuna...inoportuna. Eran más bien los días de arriar las velas. Toda señal a mi alrededor decía: cautela. Cuánta estrategia incumplida aquella noche sin luna tu, por ejemplo, tan bienvenida y tan inoportuna...inoportuna. ¿Quien sabe cuándo, cuándo es el momento de decir: ahora? Si todo alrededor te está gritando: ¡Sin demora, sin demora! Quien no lo sepa ya lo aprenderá de prisa: la vida no para, no espera, no avisa. Tantos planes, tantos planes vueltos espuma tu, por ejemplo, tan a tiempo y tan inoportuna...inoportuna.

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