1er dia

DOMINGO

Un asado en casa, los amigos de toda la vida de tus viejos que vinieron a comer, tus hermanos mayores que duermen por ¿la resaca? del sábado que paso. Tu hermanito (que, no es de la mala, mejor perderlo que encontrarlo) discute con tu vieja porque no quiere hacer la tarea. Y vos lo miras porque no es lindo que, con gente en casa, el todavía este ocupando la mesa con las galaxias, los planetas, el sistema Solar y La Vía Láctea. Cs. Naturales de 6to ¡como te gustaría volver a 6to! La abu impaciente por poner la mesa, igual que siempre. Vos sentada remarcando en la cabeza si tenés toda la ropa para el colegio, porque si, mañana después de cuatro semanas hay que volver. El pantalón, las zapas que mamá te lavo ayer, la musculosa, la chomba, el buzo y la campera. Todo azul y blanco, respectivamente. Cuanto que me abrigo pensas y eso que llego, dejo la mochila, y me saco todo –“todo”- y queda tiradito junto con la mochi al lado del primer banco de la segunda fila del primer salón del colegio. Te acordas de tu amiga lejana preguntándote ¿Por qué le decís salón? Y lo pensas vos también ¿por qué le decís salón si es aula? Mamá dice que la comida ya casi esta, no sos una gran seguidora de sus fideos caseros, ¡ojo! no es que sean feos, directamente no disfrutas el hecho de comerlos, los preferís de tres colores y salteados con verduras en un sartén, como te los hace papá. ¿Y la comida para cuando? Es que no desayunaste más que unos pedacitos de durazno, que en realidad, eran para arriba de la torta (rica) que hiciste, pasa que te levantaste a las 11.00 y no a las 10.30 porque la abu no te escucho cuando le dijiste anoche que te levantara a esa hora. Ya están viniendo para adentro, o sea que, la comida tiene que estar, o algo así.

De paso pensas con cuantas caras te vas a encontrar mañana. Primero ves a quien hace todos los días (o casi todos) ese recorrido en colectivo hasta el colegio de mas o menos ¿20 minutos? Después bajan una cuadra antes del colegio porque si y pasan frío unos ¿5 minutos? hasta que la direc abre las puertas.

En fin, mañana vuelve la asquerosa rutina que tanto odias, te falta ordenar las hojas y la carpeta y todas esas cosas que metes adentro de la mochila. Hoy no vas a cenar porque comiste ¿mucho? al mediodía. No mientas, no comes porque no te gustan los fideos recalentados. Es lo mismo, con un rico te y un pedacito de torta te basta. Hasta mañana

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