Martes 18 de agosto de 2009
Me levante a las ¿6:30? de la mañana para ir al colegio. Te preguntarás "¿por qué tan temprano?" Y... porque mi querida mamá no maneja y por ende, he de tomar un colectivo todos los queridos días que voy al colegio. Me "tome" un café con leche (léase las comillas porque es una forma de decir, ya que la mitad fue a parar quien sabe dónde), te cambiaste e hiciste todas esas cosas que uno acostumbra a hacer antes de ir al colegio, menos acomodar las cosas, porque sos una alumna taaaan aplicada que guardas todo la noche anterior (LÉASE LA IRONÍA aquí por favor). Mamá me acompañó hasta la parada y estaba la misma de todos los días que te mira con cara fea. ¿Viste cuándo te miran tanto que te dan ganas de ir y decir: ¿¡QUÉ MIRÁS?! ¿¡TENGO MONOS EN LA CARA?!? Bueno, eso me pasa los cinco días a diario que voy al colegio. Unas pocas cuadras después sube Eve, tu compañera de ruta. Y lamentablemente unas cuadras después, la tan querida profesora de inglés. En fin, llego al colegio y como loca me puse a completar la carpeta de Historia para que después del acto en conmemoración a la muerte del Gral. San Martín, entrara la profesora y dijera: no chicos, hoy no tomo la evaluación. Tus ganas de saltar del primer banco de la fila para ahocarla eran un tanto incontrolables. Después unas cuantas horas más de colegio y salir e ir a tomar el colectivo para poder llegar a casa. Llegar a casa y ver que, una vez más, no te esperaron para la comida y tener que comer sola. "Comer"... ¿Qué es lo que pasa? es como si a veces sintiera que soy una carga para todo el mundo. Okey, admito que soy INSOPORTABLE, hablo, no me quedo quieta, no hago la tarea, como mucho, soy gorda (no tanto), mido un metro cincuenta yyyyy además soy súper celosa. Pero ¿acaso es que acá son todos perfectos? Yo... ya no sé ni que pensar y mucho menos qué hacer. Vamos a ver como sigue el juego ¡!Cursiva

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