Uno. Personas.

Muy pocas cosas han hecho que me replanteara el simple hecho de estar viva, de ser quien soy. En verdad, dos películas y un libro (que todavía no terminé, pero que igual hizo lo que hizo). Muchas veces creí que mi vida era difícil. Que estar encerrada y sumergirse en éste ancho mundo era lo más terrible. Y de hecho lo era, para mí. Me creía infeliz porque a veces mis amigas salían y yo no... porque prefería quedarme en casa estudiando a la gente en internet y teniendo amigos en internet. Porque mis amigas tenían cenas familiares y yo lo más cerca que compartía de cenas familiares era cuando venían -y vienen- los mejores amigos de mis papás (que igual son como tíos). Antes de seguir quiero decir que hacer amigos por internet no lo considero algo malo... al contrario. Internet siempre me hizo sentir más yo. Porque a la otra persona no le importó nunca cuanto media, ni que marca de ropa usaba. Desde chiquita viví rodeada de estereotipos de gente... y ser la típica malcriada que tiene todo fue uno muy presente. Yo quería ser como esas nenas. Pero con el tiempo me di cuenta que no, yo no quiera ser ni era como esas nenas. Mientras ellas armaban casitas para sus Barbies yo miraba documentales en Discovery Channel. O jugaba a la mamá (a ningunas de mis amigas les gustaba jugar a la mamá). Yo me ponía en el papel de la típica ama de casa que limpia el baño con zapatos de taco alto y que recibe a su marido (que usa traje negro y corbata) con la comida y su hijito recién nacido bañado y cambiado para jugar un rato. Después empecé a "trabajar" (porque mamá empezó a estudiar) ya no era más ama de casa. Discutía con mi esposo porque llegaba tarde del trabajo. Y hasta con una amiga (que sí jugaba a la mamá) montábamos discusiones familiares como: ¡estás embarazada y no me contaste nada!

Y a lo largo de mi infancia fui muchas yo. Todos fuimos muchos. Fui médica, vendedora de ropa, de cremas, de zapatos. Fui abogada y hasta chef.

Hoy conocen a la Yasmín que no está loca por encontrar un chico... que espera a que llegue y que -quizá- no se vaya nunca más. La que prefiere quedarse en casa mirando televisión o leyendo. Pero la que también disfruta de los horizontes que se le abren porque está empezando a ser "grande". ¿Grande? Bueno sí, estoy por cumplir quince años. Pero quince años implican más que catorce, y todo el mundo lo sabe.
Nunca creí que escribir(ME) iba a ser lo que hoy es. Porque todo empezó siendo un juego. Todo al principio fue un rincón mío y de nadie más. Y pasé de hojas aisladas o usadas de materias que no me interesaban a lo que es hoy.
Porque hace un tiempo no tenía metas en mi vida... hace poco me sentía mal conmigo misma y nunca se lo había dicho a nadie (o a casi nadie). Y es que talvez con mucha gente a pesar de los años y otras cosas no se creó la confianza que YO necesito como para poder contar que mucho tiempo viví en desacuerdo conmigo. Con mi mente, con mi psicología, con mi cuerpo, con todo. Hace poco y gracias a las cosas que hicieron que me replantee la vida misma empecé a sentirme bien con lo que hoy formé (y soy) de mi persona. Porque mis cosas (y no es que les reste importancia) al lado de otras son un poroto, son el paraíso. Porque hasta hacía un tiempo me creía el centro de Universo y eso conllevaba a que yo quisiera que todos me miraran y me entendieran a mí. O a quién solía ser.

Porque "el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra". Dios no es (y talvez no será) nadie para mí. Porque cuando yo estuve mal conmigo misma él no estuvo ahí. Porque si está en todas partes yo no tendría que haber sentido lo que sentí. Por eso quizás fui muchas personas a la vez. Y hoy me pone ¿contenta? saber -y creer, también- que todas esas se fundieron en una sola. Aunque a veces algunas que no son parte de la fusión se paseen amenazantes por entre los pasillos oscuros de mi mente. Porque muchas se esas personas han querido salir otra vez.

Pero ahí estaba esa Yasmín que se había formado otra vez, esa persona nueva. Y nunca volvían a salir, aunque siempre siguen amenazantes a la espera de algún descuido. No voy a decir que me considero importante porque en verdad siempre sentí desprecio hacia mí misma. Porque soy gorda, porque soy bajita, porque no tengo muchos amigos, porque no soy popular (¿¡porque no soy popular?!), porque mucha gente vive en desacuerdo conmigo, porque todo lo que toco lo rompo y porque sobre todas las cosas mucha gente se ha dedicado a clavarme puñales por la espalda. "No te juntes con Yasmín porque es forra" y cuando alguien que crees que es tu amigo hace esas cosas, deja de serlo. Porque si es tu amigo se supone que debe hablar bien de vos. En verdad mi vida no fue tan catastrófica como otras que sí lo fueron. Pero para muchas de mis personas (las interiores, las que merodean por mi mente) sí lo fue, y lo es, quizá. Digo que sentí desprecio para con mi persona (resultado de la fusión entre otras tantas) porque siempre me consideré egoísta pensando que mi vida era un caos cuando se asemejaba a un cuento de hadas. Porque mis papás nunca me pusieron una penitencia, porque siempre tuve todo (o casi) lo que quise, porque si me sacaba una mala nota no lloraba porque eso no implicaba una paliza o que me sacaran la teve o la computadora, porque salía a pasear todos los domingos, porque mi casa era grande, porque tenía hamacas de plaza en el patio, porque tenía amigas y porque me iba bien en el colegio. Nunca supe (ni sabré) que hizo y hace que me sienta mal conmigo. Porque nunca necesité ser otra persona para existir o resaltar. Es decir, fui muchas personas, pero tampoco fui ciclotímica o bipolar o algo así, dentro de todo siempre fui la misma, porque nadie le prestaba (ni le presta) atención a qué persona fui ayer o cual soy hoy. Porque es verdad, así de lindos como son mis amigos, mis papás, también ignoran cómo me siento o qué siento o qué cosas quiero decir y cuales prefiero callar. Y aunque a veces me gusta que nadie note mis cambios de humor y mis cambios de "personas" porque odio dar explicaciones, a veces se hace necesario que alguien venga y pregunte: "¿cómo te sentís hoy?". Entonces entiendo que talvez por eso yo siempre preferí ser ama de casa y no una rubia hueca que caminaba con zapatitos rosas haciendo juego con la cartera y charlando con amigas mientras manejaba al centro comercial más cerca de su gran casa. Porque necesitaba un bebé (muñeco) que me sacara de esos pensamientos. O una amiga (vecina) que jugara a mezclar perfumes berretas de la abuela para hacer masajes en las manos e inventarme un problema cuando ella preguntaba que era de mi vida.
Pero ¿jugar a ser mamá e ir al colegio y escribir cuentos lindos era malo? Y es gracias a esa pregunta que nunca voy a entender porqué pense (y a veces pienso) que mi vida es horrorosa. No sé porque no recibir mensajes de texto (cuando las casillas de mis amigas están llenas, llenísimas) me deprime. O no tener a quien decirle: "hoy quiero llorar hasta reír" u "hoy tengo ganas de salir, de romperla y de reír hasta llorar". Pero creo que encontrar las respuestas a esas preguntas, si es que existen, está sólo en mí. Y hasta quizás las respuestas también lo estén. Pero siempre preferí deprimirme porque nadie me mandaba un mensaje, o porque nadie me hablaba en el MSN, que dedicarme a buscar esas respuestas que, hoy todavía, sigo necesitando encontrar.

4 comentarios:

Lari dijo...

woow, Sos increible Yas, sos mas que increible y en esta entrada lo demostras (:
Creo que todos, sin importar cual sea nuestra vida, pensamos que es una mierda, porque siempre le buscamos el pelo al huevo, o esas cosas.
No se, es lo que veo, y a mi siempre me paso eso, en cuanto a mis amigas, o todo eso, es horrible, yo se lo que es, es asqueroso :\

Un beso enorme, te quiero, te quiero muchisimo (:

Little B dijo...

Yas, siempre vamos a necesitar un cambio, una vuelca de tuerca. Otra vos, otra yo para que nos saquen un poco de la situación. ¿Quien no se sintio como vos te sentis?, ¿quien por días no detesto su vida?. Como dijo matilda, siempre le buscamos el pelo al huevo. Siempre nos quedamos con el no que con el si. Lo negativo y lo feo nos cegan y no nos dejan ver que hay millones de personas que te quieren, que te encuentran, linda que no les importa cuanta altura tengas, que no tienen problema con que estes en tu casa sola leyendo, que te entienden y te apoyan, que no importa si no tenes tantos amigos.

Yo soy una de ellas, y creeme cuando te lo digo. Podes confiar en mi por que no te voy a fallar, o voy a intentar no hacerlo. Nuestra vida siempre va a estar vista desde nuestro porpio punto de vista y muy rara vez nos va a gustar, es algo logico. Muy pocas personas nacen con la sinceridad y la honestidad, la fe. de decir que aman su vida. Hoy lo digo, amo como estoy hoy, y lo que logre de mi misma. Y estaria bueno sentirse asi todos los días no?. Yo solo quiero que sepas que sea cual sea tu otra yo, voy a estar con vos, diciendote si no me gusta como sos o si esta perfecto que cambies, por que te quiero y estoy acá como vos lo estas.

D o l o r e s.~ dijo...

Yas...
la verdad te admiro, porque enrealidad muchas de las que leyeron la entrada somos RE parecidas a vos, pero de ahi a expresarlo... da miedito...
y es RE normal en el ser humano en si, sentir que todo va mal, como dice la de arriba que me sale raro decir su nombre ya que todos los santos días utilizo su apodo.

Todos somos un poco egosentricos en el sentido que creemos que como nosotros NADIE esta tan mal... que somos los que peor nos va. no se, yo vi varios casos asi, al menos de mis amigos por chat son un monton con estas caracterízticas, capaz esa 'caracteriztica' nos hace unir en este modo de comunicacion a todos con todos, no se.
Eso de la falta de amigos, la disconformidad física, puñales por la espalda, los vivi en carne propia.
Asi que bueno, por lo menos sabes que no sos la única.
Te admiro mucho, desde que empeze a leer 'diccionario' hasta esta parte, y demostras que TIPO de persona sos. enserio.
¿me agregarias por favor asi hablamos? mi mail esta en mi perfil, un beso, suerte!

D o l o r e s.~ dijo...

PD: Si el cambio que tubiste fue para tu bien, me re alegro :)