ni de la gente
ni de mi
ni de nada.
las decepciones pesan, se acumulan y a veces se quedan para siempre.
el tiempo pasa, vuelva.
y las cosas cambian,
el mundo sigue girando y seguís esperando siempre lo mismo,
una respuesta.
no hay respuestas,
no hay razones,
no hay motivos,
la gente cambia y punto.
como vos,
como yo,
como todos.
y confiar se vuelve complicado,
es una palabra que duele,
como una daga clavada en el medio del pecho.
no sé si todo vuelve,
no sé si creo o no en el karma,
no sé quién se merece todo esto, no sé si es mentira o es verdad.
no sé quién soy ni quién sos.
¿y si soy yo la que no tiene que estar acá?
pero no importa, porque no hay respuesta.
el sol va a seguir saliendo todos los días,
va a llover, va a nevar,
se van a caer las hojas de los árboles miles y miles de veces cada otoño.
y las cosas van a seguir cambiando,
te vas a seguir decepcionando.
y tal vez, con el tiempo, aprendas, que las decepciones no siempre hacen daño.
que darse cuenta de las cosas no es tan malo como suena.
mientras tanto,
sonreí,
eso confunde a las personas.
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