.dos historias, un anhelo.

ella levantó la mirada.
su cuarto con dos camas vacío.
la ventana abierta,
el aire,
el cielo,
el sol.
y ella sola.
pero no había estado sola.
había estado acompañada.
pero de pronto estaba todo oscuro.
y algo no la dejaba hablar.
ella sabía lo que era.
conocía su cobardía,
la suya, la de nadie más.
sabía lo que ocurría.
y extrañar no era suficiente, no alcanzaba.
más todavía algo que no era suyo...
ni de nadie.
ni siquiera del tiempo.
a veces no sabía.
era algo a lo que estaba acostumbrada.
ella no sabía amar,
y no se animaba a aprender.
¡qué cobarde!
pensarán.
pero no lo digan,
lo de ella es otra cosa.
y lo de él otro cantar.
no se hagan problema.
esperemos que...

algún día se den cuenta.

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