Okey, la encerramos en el living, la barrera eran mi hermanito y papá. Yo me mantería sentada en el sillón mirando atentamente el reloj para, cuando este marcaran las cero horas, empezar a tirarle las orejas a mamá. En fin, mi hermanito, bruto de nacimiento, se las tiró el solo y le quedaron las orejas por las rodillas, pobre mamá.

Casi me gano en cachetazo, en broma, que esquivé.
Y ella me mando: Y vos estás pendeja!!!
Y acá viene la parte linda. ¡¡¡Qué bien me senti!!! Sigo siendo una pendeja de mierda y vaya uno a saber cuántos años me quedan así.
De mierda porque no cocino, no te lavo un plato, menos un piso. No tiendo la cama y no cuelgo las bombachas. No soy malcriada, no. Pero nunca me hicieron hacer algo de eso. Y tengo tres años más donde mi única obligación será el colegio y las buenas notas (¿?).
En fin, me hizo bien sentirme una pendeja. Pendeja promedio, pendeja de mierda, pendeja tarada, pendeja deprimida. Pero ¡¡pendeja al fin!!
3 comentarios:
Amo ser pendeja y las pendejadas que traen consigo! Feliz cumple a tu mami
pendeja no es un insulto.. es la mejor forma de vivir sin preocupaciones.. yo tengo 19 (ojo tengo responsabilidades) pero en el fondo siempre voy a ser una pendeja!
te sigo!
Hey ! Me gustó muchísimo tu blog... La simpleza y al mismo tiempo complejidad de tus letras.. llenas de cosas cotidianas :) Un gusto!
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