OTRO TÉ, POR FAVOR.

-Má ¿me haces un té?--

-Dale, ¿común? --

-Si. --

Mientras hierve el agua y escuchas como mamá bate el cafecito para papá, y como Nair hace ruido con la cucharita revolviendo el jugo de naranjas para tomar el remedio, y además también Germán quejándose porque Amir no deja de gritar repasas lo que fue tu día. Y lo haces porque tu actividad ¿menssegerista era? esta súper muerta como ayer, y antes de ayer y la semana pasada también. Mamá sigue batiendo, el agua ya hirvió. Te acerca el tesito a la mesa, y te dice: sácale el saquito porque se pone fuerte, como el otro día (el otro día te quedo horrible porque no le sacaste el saquito). Gracias má, y se va anda a saber para que otro rincón de la casa. Le sacas el saquito enseguida porque no querés que te quede “fuerte” y que te caiga mal. Sacas del bolsillo de la camperita esa que pagaste arriba de 100$ y no te abriga nada una barrita de algún chocolate con maní, que le hiciste pasar a mamá por la caja del supermercado con la excusa de que “tenias ganas” y más de uno en la casa te mira con cara de perro (o mejor dicho diciendo “que hija de puta que sos” como te dijo Nair, haha porque ella no se calla nada). Se te acerca y le muerde un pedazo y te enojas, porque supuestamente era tuya. Viene papá también y se acerca pero no come, anda a saber porque. Tomás un sorbo de té y ¡UYYY! La conchinchina ¡te quemaste boluda! la lengua te arde a más no poder y puteas a más de uno. Tu hermano bufa porque seguramente le molesta el tecladito y es que las piezas todavía no están cerradas y bueno, que le vamos a hacer. Tomás té, la temperatura esta justa pero todavía te arde la lengua. La barrita te la terminaste enseguida porque era más envoltorio que otra cosa. Son las doce y veinte de la noche y no sabes porque se te posa en la cabeza un pensamiento tipo “¿Qué será de la vida DE…?” pero no le das pelota porque sabes que te vas a dar manija al pedo.

La televisión se escucha desde el living y te molesta porque esta sonando una musiquita irritante. Se te tildo todo Internet pero no lo vas a cerrar porque tenés ESE programita abierto que no querés cerrar. Los famosos “scripts” te tienen las que no tenés por allá y la tele empieza a molestarte más.

Seguís tomándote el té y te preguntas porque se te caen los ojos (literalmente) si no hiciste nada en todo el día. Esto del encierro te esta pegando algo (mucho) mal y no tenés nada que hacer. ¡AHAH! Si que tenés. Tenés ahí al lado de la cama las fotocopias de Historia (que bodrio por dios), las de Físico-Química (AMAS la materia, pero lástima la profesora), las páginas de Inglés y además las fotocopias de Matemática que tenés que ir a cambiar porque tu abu linda te trajo las del otro grado. Pero pensas que no tenés ganas de ir hasta el kiosco de enfrente del colegio (Sagrada Familia Hijas Hermanas de La Cruz ¿así era?) porque te queda a media hora de tu casa (en bondi) y como que ni da, porque vas todos los santos días (en bondi) hasta el colegio y una vez que tenés la posibilidad de no subirte a uno por un largo tiempo (receso escolar) no vas a tirar todo a la basura.

¡UHUH! El tesito se enfrío, vamos a terminarlo. ¡Qué asco! El té helado no es lo tuyo. Te vas a poner la campera de papá que te queda por las rodillas (¡EH! metro cincuenta) porque te estas cagando de frío. Quedo el paquetito de lo que te comiste, Internet no esta tildado, querés que alguien te hable en el MSN (misión imposible) y no querés iniciar vos conversación porque te sentís una tarada. Pensas si tenés todos los ingredientes para el rico Lemon Pie que vas a hacer mañana para comer cuando vuelvas del ¿Mc Donal’s? (porque mamá te prometió de ir) mientras miras Harry Potter y El Caliz del Fuego (qué peliculón).

A todo esto, son las 0.32 y la taza del té, está vacía.

No hay comentarios: