TOC TOC. ¡PASA! ¡ESTA ABIERTO!

Me dice hola y se sienta ¿Qué tal?, todo bien gracias. ¿No existe más verdad? Así es, se fue, desapareció. Tampoco me importa que vuelva, me da igual. ¿Te sentís igual que siempre? ¿En que sentido? Vos sabes… no te hagas. ¡Si! ¿Si sabes para que preguntas? Me saca cuando sos así… sabes que me pasa desde que soy chiquita. Que yo quiero y que vos no, que vos querés y que yo no. Somos diferentes, siempre fuimos blanco y negro; si y no. Siempre que TAL venia a pedir algo decías que no y yo iba y decía que si y otra vez caía. Con tal, y tal y tal. Y siempre te decía que te dejes de estupideces, que dejes de hacer tal y tal cosa por sabes que te hace y que me hace mal, pero ¡no! claro, la señorita se cree la mejor y va y se hace la fortachona, pero cuando se da cuenta que hizo y que gasto tanto te preguntas ¿Para que? Y ahí viene el “porque sabes como soy”. O cuando menganita y fulanita se pelean, y vos sos la que arma la paz para que no se maten (sea verbal o físicamente), pero soy yo la que quiere hacer que se (como decía mamá para asustarnos) besen el culito así NUNCA más se vuelven a pelear, o meterles un par de cachetaditas para que se callen y dejen de gritar histéricamente y que por fin te dejen entender ese maldito problema de matemática y hacer el gráfico y las rectas, o así podes terminar de entender el texto de la parodia de prácticas del lenguaje ¡BASTA!, ahí entra mamá y dice que no existimos, que nuestro silencio es tal que ya molesta. Te busca o me busca gritando por toda la casa y estas o estoy muy sentadita en la compu en el living tarareando la canción de esa teleserie fea que nunca nadie vio, pero que vos o yo si. Y como siempre, a las dos nos molestan los gritos, y que pongan la televisión TAN alta y que se escuche hasta en el fondo del patio grande que hay en casa (literalmente). O que todo el mundo quiera saber si te pasa algo y vengan y se hagan los buenitos, y ¡no te pasa nada! Ese día no tenés ganas de hablar porque tenés sueño y vas y le contestas mal y te ponen cara de perro (algunos ya la tienen siempre). Igual te cuento que sigo siendo tan buenita, al tanto que molesta eh, siempre el “¿Cómo podes?” ¿pero esa no es la que te dijo tal y tal cosa y vos la ayudas? Típicas preguntas que me joden tanto, ¡SI! ¿Y cual hay? Fue. Paso. Ya esta. Si tanto te molesta da media vuelta y no leas, o no me escuches. Querida otra yo, nadie te invito. Solita, hiciste eso que sos. Mi otra yo, la que quiere decirle que no a todo el mundo, la que no se quiere reír y quiere llorar, la que se quiere hacer la aplicada y llevar siempre hecha la tarea de matemática. Siempre va a ser igual, para eso estas. Siempre esta esa parte de cada uno que dice si, y la que dice no. (hay que aprender a controlarse, únicamente a controlarse, y medir cuando esa parte tiene que decir si, y cuando la otra tiene que decir NO) juro solemnemente tratar por lo menos de ponerlo en pratica. ¡Ah! y falto el ejemplito de esa amiga a la que le hiciste un regalo de la puta madre y que mamá te reto por la plata gastada y la queres, aunque sea tanto para hacerle un regalo para su cumple, y a ella nada le interesa. Pero bueno, hay gente y hay gente. "Sin dolor no te haces feliz"

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