La señaló y con su cámara de fotos hizo algunos disparos.
Su vista le dolió por un rato, por lo cual tuvo que cerrar los ojos fuertemente unas cuantas veces.
Cuando por fin volvió a abrirlos, sintió cómo su respiración revotaba en su boca.
Sonrió por inercia.
Y aunque lo que hacía estaba mal, les gustaba lo prohibido.
Era una aventura.
2 comentarios:
Oh dios, la gente blogger se empeño en recordarme algo que hice en estas vacaciones. Mal, pero lo disfrute.
No regrets.
Un beso!
Muy, muy lindo.
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