Cuando no sé qué pensar me gusta cerrar los ojos e imaginarme una pared blanca, pintar todo eso negro y convertirlo en algo tan blanco como el azúcar.
Cuando creo que todo llega al final, me gusta pensar que talvez no estoy tan sola. Cuando siento mariposas en todo el cuerpo, me gusta saber que no me pasa sólo a mí, que es una alegría compartida. Cuando me salen mal las cosas, me gusta pensar que el día ya está por terminar. Cuando siento que perdemos el tiempo, me gusta observar el reloj y ver lo lento que se mueven las agujas.
Entonces, vamos a quedarnos siempre así.
Sin movernos ni un segundo. Mirando el tiempo caer.
Para poder llenarme de tu olor.
¿Dónde termina tu cuerpo y empieza el mío?
3 comentarios:
Muy lindo y sobre todo animoso, =D un abrazo, visitando el blog =D
Hermoso Yas.
Un beso
Me encantó, Yas.
Y me hizo pensar mucho también.
Felicitaciones, lo amé.
Besos !
Geri
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