entonces un día de repente pasa.
como que te das cuenta y al mismo tiempo no.
como que seguís siendo vos pero sabes que hay algo que irremediablemente está cambiando.
y al final eso del cosquilleo en la panza se vuelve un poco real.
nunca me gustó buscarle explicaciones al amor.
siempre creí que si tenía que pasar iba a pasar. y pasó. y pasa y hay días que no puedo creerlo. estás y sos real. como mis ganas de reírme para que te rías, de abrazarte infinito y hacerte cosquillas en la pera, de armarte playlists aunque lo que yo escucho no se parezca en casi nada a lo que vos escuchas y que igual las escuches y me digas que te gustan. somos reales. algunos días duele más y algunos días duele menos. pero me das la mano y medio que ese dolor se calla un rato. entonces te digo que todo va a estar más o menos bien.
y capaz todo esto sea un montón. pero no me importa. porque por fin entendí que si lo que siento me hace sentir bien entonces no está tan mal. porque florezco como una primavera eterna cada vez que me miras (y si es con una birra o una taza de café en el medio mejor). porque soy. y porque estoy.
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