Mariposas

Todavía era de noche cuando Louise comenzó a dar vueltas en la cama. Había dormido poco y nada, el calor se hacía realmente insoportable. Se levantó y en la oscuridad caminó hasta el baño; y al mirarse al espejo ahí se vio... tan cambiada, tan distinta. Tal vez se estaba enamorando, y tal vez era eso que dicen...  mariposas en el ombligo. O en todas partes del cuerpo. En fin, que importaba. Louise estaba enamorada, y odiaba verse así. Todo parecía lindo a su alrededor, caminaba en puntas de pie sobre nubes de algodón, y nada parecía ser mejor.


5 comentarios:

Maca! dijo...

Porqué odiar sentirse bien al estar enamorada si es amor correspondido? Muy linda foto y texto!
UN besito :)

Carolina, una nena sin cojones. dijo...

Oooaaargh, al principio siempre es lindo, despues se ve jajaja (igual, no te desanimes por mi poco optimismo)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Preciosa entrada, como siempre.
Pásate por mi blog, tienes un premio.
¡Sigue escribiendo!
http://equilibrandoatardeceres.blogspot.com/

La tua cantante. dijo...

Te siiiigo, me ha encantado tu blog:D un besote!